HISTORIA

Para hablar de esta corporación debemos de remontarnos a siglos pasados cuando la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno fue instituida en la parroquia de San Juan en el año 1692, según las distintas fuentes consultadas (1) .Siguiendo las explicaciones de una guía artística, editada en 1898, podemos apuntar el lugar exacto que ocupaba la imagen del Señor en este templo:
<< Tres naves existen en el interior del templo y en ellas,comenzando por la nave que se halla próxima a la puerta principal,vense las siguientes capillas y altares : la primera es la del bautisterio y archivo parroquial; siguen el altar de San Antonio de Padua , la capilla de Nuestra Señora de los Dolores , altar de San José  ,capilla del arcángel San Miguel y capilla de Nuestro Padre Jesús Nazareno >>.
En los años iniciales del setecientos no hemos hallado noticias de su actividad. Más adelante, a mediados de siglo, encontramos un dato revelador en el que se muestra que la hermandad posee una bóveda donde se entierra a sus afiliados.Por ejemplo, el 17 de junio de 1756 se realizó la inhumación de Blas de Valenzuela.
En el último tercio , los gobiernos ilustrados llevaron a cabo una serie de reformas que consistían en controlar y racionalizar el fenómeno procesionista. A la vista de determinados excesos estéticos y de la exagerada manifestación religiosa en la calle, se dictaron unas ordenanzas en 1783 que extinguían a aquellas cofradías que funcionaran sin autorización real y eclesiástica.A partir de la entrada en vigor de las ordenanzas, las cofradías debían renovar sus constituciones y presentarlas a la Real Chancillería de Granada para su aprobación.Ante tales circunstancias, y después de ser redactadas, los mayordomos Gabriel Gómez y Francisco Prieto dieron su poder en 1789 al coronel José de Orobio para que pidiera y agilizara su aprobación.
En su tramitación encontró la oposición del gobernador provisor y vicario general del obispado, Antonio García de la Cámara Maroto, quien recomendó se efectuarán algunas modificaciones en el texto referentes a la admisión de hermanos, a la elección de hermanos mayores, a los libros de cuentas, etcétera.

Respecto a su contenido,podemos indicar, gracias a la aportación documental del Padre Andrés Llordén Simón y de Sebastián Souvirón Utrera, que cada Domingo de Ramos celebraban cabildo y nombraban dos mayordomos, dos albaceas, un clavero sacristán y un fiscal.La procesión solía realizarse cada Miércoles Santo, vistiendo los nazarenos túnicas de holandilla morada, sandalias de becerrillo, cordones de pita, coronas de espinas y escudos en los brazos .La imagen era portada por correonistas y acompañada por hermanos de luz y soldados con indumentaria romana.
En un listado de hermandades elaborado en el año 1795 por los jueces comisarios apostólicos del Tribunal de la Santa Cruzada, figuraba la de Nuestro Padre Jesús Nazareno de la parroquia de San Juan, hay constancia de que uno de sus mayordomos, Manuel de la iglesias, recibió una notificación para que declarara las limosnas que recibían de los hermanos y fieles.En la vista oral, respondió a las preguntas del juez de la comisión que la contribución anual ascendía a la cantidad de 478 reales y 2 maravedíes, sin tener posesiones ni censos.

En el año 1931 en la llamada "Quema de Conventos”la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno es destruida disolviéndose así la hermandad que por aquellos años funcionaban de culto interno.
En el año 2008 se reorganiza esta antigua hermandad en la Parroquia de la Divina Pastora, pasando nueve meses más tarde a su nuevo emplazamiento en la Parroquia del Stmum.Corpus Christi de la barriada de Pedregalejo incorporando primero la advocación de la imagen mariana bajo el nombre de Ntra.Sra.Reina y Madre del Carmen Doloroso, que es bendecida en 22 de febrero de 2009 actuando como padrinos del acto la Archicofradía de María Auxiliadora y el Consejo Parroquial y realizando un Vía+Crucis claustral el viernes de Dolores y un Solemne Rosario Vespertino en el mes de noviembre por las calles anexa a la Parroquia.

En el mes de abril , y tras un largo estudio de investigación y recopilación de datos sobre esta antigua hermandad, se decide con el visto bueno del párroco la incorporación del nombre del titular cristifero recuperando así una antigua confraternidad que había quedado en el olvido durante muchos años.

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